Desde luego que mi Samsung Galaxy S3 no aprobó a la primera, suspendió en robustez tras una suave y mínima caída de 50cm de altura. Ya dicen que segundas partes nunca fueron buenas y así ha sido con mi Galaxy S3 número 2 que se ha transformado en un pisapapeles de lujo tras una muerte súbita sin razón aparente. También dicen que a la tercera va la vencida y no sé si por el dicho o porque me gusta demasiado el bicho, que he vuelto a caer comprando el que sería mi Galaxy S3 número 3.
Experiencia en tecnología contada de forma psicodélica. Disfruta Del Castigo!