
A principios de Junio recibí mi Galaxy SIII en color azul (modelo Pebble Blue) que había pedido, muestra de ello es esta foto que subí a Instagram esa noche. La primera toma de contacto es muy positiva, un bonito diseño estético, muy ligero, y una pantalla de cine que se ve espectacular, y también de cine literalmente por su enorme tamaño de 4,8 pulgadas. Una foto del mismo una vez ya con todo configurado a mi gusto:
Las sensaciones de uso son excelentes, una fluidez soberbia en todas las acciones que realizamos y una respuesta inmediata en las interacciones con su panel táctil. Como pega inicial le encontré que pulsaba los botones capacitivos sin querer, hablo de los dos botones (Menú y Atrás) que se encuentran uno a cada lado del botón físico central (Inicio), es una consecuencia del diseño que apura dichos botones al borde del terminal y le resta puntos en ergonomía pues limita las formas de sujetarlo. Salvo este detalle de adaptar mi hábito de cómo sujetar el móvil estaba encantado pero la historia feliz se interrumpió a los 20 días de disfrutar de él...